Los sistemas de reconocimiento basados en datos biométricos ya hacen parte de nuestra rutina tecnológica , y es que casos como lectores de huella o incluso el reconocedor de iris en algunos celulares para acceder a la información de nuestros dispositivos, son un claro ejemplo. Así mismo, dentro de las opciones de seguridad de algunas terminales con sistema Android se permite el uso de reconocimiento facial.
Para muchos, este sistema sería mucho más seguro que contraseñas o patrones, pero si incluso nosotros en ocasiones no logramos distinguir las diferencias de unos gemelos, ¿será que un dispositivo electrónico si podrá hacerlo?; Partiendo de esta interrogante, un equipo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, inicio un estudio, en el que buscaban comprobar que tan confiable podía llegar a ser el reconocimiento facial.
El grupo de especialistas presentaron un sistema que recrea diseños faciales en 3D basados en imágenes que fueron tomadas de distintas redes sociales, y con el cual lograron engañar a cinco sistemas que funcionan con esta seguridad. Las caras fueron hechas mediante un proceso de realidad virtual, que también las doto de movimiento con el único fin de engañar a los dispositivos.
Al presentarse los resultados se deja en claro que el verdadero problema no es que se logre engañar al sistema; lo verdaderamente preocupantes es la facilidad con la que se conseguían las imágenes de las personas que fueron usadas en el estudio.
Los investigadores utilizaron a 20 voluntarios para recrear sus rostros, pero estos no les dieron las imágenes para guiarse, sino que, accedieron a la red y con ayuda de buscadores de imágenes y por el nombre de los voluntarios rápidamente encontraron sus perfiles en varias redes sociales. Tal cual lo haría un acosador o un estafador.
Los sistemas que fueron puestos a prueba eran Keylemon, Mobius, Truekey, BioID y 1D, sistemas que cualquiera puede instalar de Google Play y itune store. Para demostrar que era engañado primero hacían pasar a los voluntarios para que los desbloquearan y luego utilizaban la imagen en 3D, y en todos los casos el sistema no era capaz de diferenciar al real del virtual.