¡No más rainbow washing!

Si hay un mes en el que el rainbow washing es evidente, ese mes es junio, aunque durante todo el año esta práctica sea frecuente, pero no masiva. Y es que todos los 28 de junio, desde hace 52 años, se conmemora a nivel mundial los disturbios de  Stonewall por lo que marcas, influencers y compañías deciden volcar sus intereses hacia esta conmemoración y buscar formas para, sin serlo, hablar de inclusión y diversidad mientras, al mes siguiente, parece que nada hubiese ocurrido.  

¿Qué es el rainbow washing?

De forma general el rainbow washing es usar o agregar colores y/o imágenes alusivas a la comunidad LGBTIQ+ en productos, servicios o campañas publicitarias con el fin de adherirse a una serie de causas, pero sin esfuerzos materiales y contundentes. Esta práctica, que es cada vez más usual, reporta millones de dólares en ingresos, a pesar de que las brechas salariales aumentan, el desempleo es mucho más evidente y las violencias de todo tipo no cesan, por lo que ha sido públicamente denunciada por activistas y miembros de la comunidad, ya que significa usufructo de sus vivencias cotidianas sin beneficio alguno. 

¿Por qué tu compañía no debería hacer rainbow washing o ya no hacerlo más?

Aunque parezca que utilizar símbolos y colores alusivos es una forma de apoyar a la comunidad no lo es si, en el intermedio, no hay acciones afirmativas, soluciones a corto y mediano plazo y esfuerzos importantes para mejorar la calidad de vida de las personas que hacen parte de este colectivo diverso. Si bien el poder adquisitivo de este segmento es alto, no todos los miembros de la comunidad gozan de las mismas oportunidades y garantías en términos de acceso a mínimos vitales y lucrarse, indiscriminadamente de esta situación, solo desemboca en seguir expandiendo brechas sociales. 

Los verdaderos procesos diversos e inclusivos contribuyen a ambas partes en una relación bidireccional que posibilita el crecimiento, el intercambio y el cambio. Si las compañías de verdad quieren ser inclusivas deben, desde sus cimientos, pensar en líneas de acción que les permitan realizar acciones que repercutan de manera positiva. Por ejemplo, según  la firma McKinsey, las empresas que hacen parte del cuartil superior en temas de diversidad de género lograr tener hasta un 15 % más de probabilidades de obtener rendimientos superiores en comparación con otras empresas y, además, aquellas empresas que le apuestas a la diversidad racial y étnica logran obtener hasta un 35% más de rendimientos financieros. Si la inclusión, de verdad significa un cambio, ¿por qué no hacerlo de la mejor manera? 

¿Qué acciones reales pueden fomentar el cambio?

  • Ser aliado es un asunto de todos los días, no solo de un mes o un día en específico. Adquirir compromiso con la población diversa es una tarea que se construye en detalle y de manera constante. Si el cambio es algo fundamental en tu compañía es momento de implementar líneas internas de acción sobre Diversidad, Inclusión y Equidad. 
  • Asegúrate de que todos los miembros de la compañía puedan crecer y ascender dentro de la compañía. ¿Cuántas mujeres y personas diversas hacen parte de cargos de decisión en sectores ejecutivos? Cerrar las brechas es posible si se cuenta con los mecanismos adecuados y se realizan las gestiones idóneas, en este caso, si todos pueden aspirar a estar en mejores lugares dentro del segmento laboral. 
  • ¿Ya solucionaste el primer y segundo punto? Entonces da un paso adelante y promueve la recaudación de fondos o dona un porcentaje de tus ganancias a colectivos que requieran ayuda. Contribuir financieramente siempre es una opción y hará la diferencia entre acciones que salvan vidas o no. Muchas compañías, no solo en el mes de junio, apoyan fundaciones y organizaciones. Esto demuestra un interés a largo plazo y se convierte en la posibilidad de cerrar brechas y ayudar a mejorar las condiciones de vida de miles de personas.