La realidad aumentada es uno de los temas de los que más se ha estado hablando últimamente, principalmente, por la gran variedad de aplicaciones a las que puede llegar y de las cuales muchas ya están siendo desarrollada y otras tantas ya se encuentran en el diario vivir.
Las primeras nociones sobre este tema, surgieron en la película de Terminator II, en la que el protagonista, Arnold Schwarzenegger, captaba la información adicional de su entorno por medio de su visión. En los últimos años ya hemos visto innovaciones en este sector, un claro ejemplo de esto fueron los lentes de Babak Parviz, el cual desarrollo luego los Google Glass.
Entre los ámbitos que utilizan la realidad aumentada hoy en día lo encontramos en la medicina, como apoyo de los cirujanos, en defensa o inclusive para estrategia militar. En cierta medida, se ha convertido en una gran ayuda para las personas, pues facilitar en gran medida cosas que se suele hacer de una manera más segura y rápida.
Es por esto que presentamos las aplicaciones que actualmente se encuentran en desarrollo sobre la realidad aumentada.
Aplicación militar de la realidad aumentada
La RA ha sido mencionada muchas veces para ser incluida en los cascos de los futuros soldados. La intención consistiría en que el soldado tuviese información suficiente sobre el campo de batalla, como por ejemplo puntos estratégicos, cantidad de aliados y su ubicación, al igual que el de los enemigos.
Uno de los mayores problemas en este sentido, radica en la posible desconcentración de los soldados, pues al estar enfocados en el sistema, podrían llegar a perder la noción de la realidad. Otro de los puntos importantes a mencionar, recaería en el interés de los gobiernos en invertir en la guerra y no innovaciones que realmente pudiesen ayudar significativamente.
Lentes de contacto con realidad aumentada
El mismo desarrollador de las Google Glass, trabaja actualmente en un prototipo de lentes de contacto con RA. El lente de contacto se compone de polímeros lo que permite un gran avance, puesto que, ya se ha podido producir circuitos electrónicos en este tipo de sustancias. El único problema que presentan los investigadores es lograr miniaturizar los componentes y llevar a cabo el montaje a esa escala.
De llegar a un prototipo que funcione perfectamente, gracias al sensor Wi-Fi incorporado, el usuario podría recibir información de un cuadro cuando visita un museo, recibir guía especializada cuando visita una ciudad, por ejemplo, lugares de interés cercanos, el nombre de una calle, el precio de algo que le llame la atención, entre muchas cosas más. Todo esto dependiendo del apoyo que se desee obtener.